14 feb 2011

Años

Te quiero. Te quiero sin peros y sin porqués. Te quiero sin razones que disculpen que no dejo de acariciarte el pelo mientras me hablas. Te quiero, y hoy el tiempo sacude el polvo a esos ojos tuyos que se murieron el día que me mirabas y ya no me podías ver.

Te quiero, y cada historia que te inventas es un recuerdo que perdiste en el camino de piedras labrado bajo tus pies. Te quiero, porque así inyectas color a estas letras, porque me vuelves loco perdido, tonto majareta y cobarde cuando evito decirte que te quiero más de lo que crees.

Desnuda, cuando te miro y los años te han robado hasta el calor de tu propia piel. Desnuda, sin la rabia de tus uñas, sin la fuerza de tu llanto solitario en la noche solitaria que nunca quisiste tener. Desnuda, sin el cariño de los brazos extranjeros. Desnuda y cubierta de miedo, te quiero incluso cuando no me alcanza la vida para no dejarte nunca de querer.

Te quiero y amo cada arruga tallada sobre la palma de tus manos, te quiero y quiero las lágrimas que lloras sin saber porqué. Te quiero más cada 14 de febrero, más rápido incluso de lo que los dos llegamos a comprender.

Te quiero abuela, porque me lo diste todo y luego te olvidaste. Te quiero para que tú me quieras...para que tú me quieras y mientras me miras, cierres los ojos y me vuelvas a ver.

(Dedicado a mi abuela Valentina
en su 86 cumpleaños
- "te quiero incluso cuando no me alcanza la vida
para no dejarte nunca de querer")

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