Ganas, me crecen las ganas cada vez que veo tus ojos otra vez en el reflejo de un imperfecto, y esta vez, esta vez me muero de ganas por contártelo todo desde el principio, pero me muero.
Esta vez me aguanto los nervios de las palabras, quiero cuidar esa sensación de "me importas tanto, que ya todo me importa nada", quiero guardarte de los meses, del cansancio, quiero esconderte para que no te encuentren las sábanas.