Noventa y tres nunca será un paseo bajo la noche, las risas dentro de un coche, el cigarro apagado que nunca se debe fumar.
Noventa y tres son dos vuelta en el cielo, el final mentiroso y sincero, la letra vagabunda de un verso caprichoso que siempre quiere ser impar.
Noventa y tres es otra excusa cualquiera, otra verdad verdadera, el mismo comienzo que no sabe cómo acabar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario