6 mar 2010

Frío

No se me quita el frío calado que calienta mis huesos bajo el paraguas mugriento de las nubes. Hace tanto que no dejo fluir mi sangre que los dedos se me entumecieron en unos versos corroidos por la ternura de una caricia bañada en sal. Ya no me queda más tiempo para perderlo, se me escapó de los bolsillos la noche en que el óxido de los recuerdos rasgó mis pupilas en girones de cobre marchito.
La luna se vuelve pesadilla cuando la miro y el cielo arropa los pecados que el viento no es capaz de purgar con sus susurros de cuchillos afilados. El sol se volvió necio, el arcoiris un mendigo desesperado. El tiempo se hizo viejo, pero el frío, este puto frío gris que no deja de llover....este frío no se marcha, salvo cada vez que me encuentro con tus besos.

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